Se usa de la siguiente manera, en el
primer rectángulo sale la tabla de “Gear Inches” ¿Qué nos quiere decir
esta tabla? Nos indica cuantas pulgadas se avanza por cada pedaleada,
esto nos sirve para saber si estamos esforzando demasiado al pedalear o
si esta muy liviana la relación. Ahora lo importante la tabla de
skidpatch, funciona de la misma manera que la anterior tabla, arriba se
señala el numero de dientes del plato y al lado izquierdo los dientes
del piñón y en medio esta el numero de skidpatch que posee nuestra
relación doy un ejemplo, mi bicicleta tiene una relación
43(plato)-16(piñón), reviso la tabla y me dice que tengo 16 skidpatch,
ósea mi rueda se desgasta en 16 partes distintas ¿de que sirve esto?
Sirve para gastar el neumático de una forma pareja y el simple hecho de
ahorrar y no comprar neumáticos cada una semana porque se desgasta en
una sola parte del neumatico.
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sábado, 6 de abril de 2013
Skidpatch
Que son los skidpatch? Por definición seria los puntos donde se
desgasta la rueda, me explico: cada vez que tu haces un skid (derrape) el
neumático se gasta, cada pedaleo significa que una parte distinta toca el
suelo, al momento de frenar se desgasta cierta parte y como es lógico
que cada pedaleo hace avanzar la rueda entonces hace que se gaste en
ciertos puntos claves del neumático, pero ¿Cómo diablos se donde se
gasta la rueda? Para esto hay una solución que se llama skidpatch table.
¿Que es skidpatch table? Es una tabla que nos muestra cuantos skidpatch
tenemos dependiendo de nuestra relación Plato-piñón

La postura sobre la bicicleta
Hay dos elementos de nuestra bicicleta que son esencialmente importantes y que van a condicionar la postura, son la potencia y el sillín.
EL SILLÍN
Para una buena postura, el sillín tiene que tener la altura correcta, como podemos saber esto?
1º: debemos de medirnos nuestra entrepierna,
para ello podemos coger un libro (para medir con más precisión),
sujetarlo entre nuestras piernas a la altura de la entrepierna (nuestras
partes, para entendernos mejor); y pegarnos a la pared, descalzos, como
si nos estuviéramos midiendo en altura. Y cogeremos una cinta métrica y
mediremos desde el suelo hasta el extremo de la solapa del libro.
2º: cuando tengamos esta medida (en cm) lo multiplicaremos por el coeficiente matemático 0.885, de esta manera el resultado será la altura que tiene que tener nuestro sillín, es decir la altura que tiene que haber desde la caja de pedalier hasta el sillín. Siempre podemos variar 1 cm arriba o abajo dependiendo de nuestro gusto; sin olvidarnos que con la pierna completamente estirada, nuestro talón debe tocar el pedal sin que nos inclinemos de la bicicleta, esto es una buena medida de referencia.
Con todo esto, tendremos el sillín ajustado perfectamente a nuestra altura, y así tendremos una mejor eficiencia del pedaleo y evitaremos todo tipo de molestias, lesiones o calambres.
Otro factor importante en la postura, es la regulación longitudinal del sillín,
es decir la distancia que hay del sillín a la potencia. Por lo general
mucha gente suele tener el sillín puesto lo máximo hacia atrás posible,
de manera que la postura es más estirada, pero lo que ellos no saben es
que de esta manera están perdiendo eficiencia en el pedaleo.
Para sacar un mejor rendimiento, el sillín debe estar tirado lo más hacia delante posible, de esta manera el ángulo que hace la pierna del sillín respecto a la biela es menos acusado, y la fuerza que ejercemos sobre el pedal, es algo mayor lo que se traduce en un mejor pedaleo y menor cansancio.
Para regular esto, tan solo debemos
aflojar el allen que esta justo debajo del sillín, en la tija, con una
llave adecuada (allen). Así el sillín quedara aflojado, colocamos el
sillín hacia delante lo máximo posible, siempre dentro de las medidas establecidas en la raíl del sillín, para después volver apretar y listo.
Esta claro que la postura sera un pelín
menos estirada, pero para eso podemos “jugar” con la potencia, de la que
ahora hablaremos.
LA POTENCIA
En el mercado, existen un sin fin de variantes de potencias… marcas, colores,materiales, diseños… pero lo más importante, son su longitud y su ángulo, que van a determinar nuestra postura y nuestra maniobrabilidad montados en la bicicleta.
La longitud: existen potencias desde 80mm, hasta 130mm, en carretera se suelen usar potencias algo más largas y finas; y en montaña algo mas cortas y robustas; pero siempre teniendo en cuenta que vayamos cómodos en la bicicleta. De ello dependerá nuestra elasticidad,
si somos personas flexibles, deberemos de llevar una potencia un tanto
más larga que las personas que no lo son, de esta manera llevaremos la
postura que nos corresponde.
El ángulo: cuanto mayor angulo, menos erguidos iremos en la bicicleta, y tendremos una mayor control en las bajadas; en cambio cuando menor sea el ángulo de la potencia, mas estirados
iremos, de ahí que las bicicletas de carretera lleven potencias con
poco angulo, para una mayor aerodinámica en la postura; y también
tendremos un mejor control en las subidas.
En cuanto tengamos la potencia adecuada y que mas nos guste estéticamente, debemos de reemplazarla por la que teníamos, para ello necesitaremos un juego de llaves de allen.
1º desenroscaremos los tornillos que unen la potencia con el manillar, generalmente son 4, y de numeración 4mm.
2º desenroscaremos los dos tornillos que unen la potencia con la dirección, y que son de la misma medida que antes, es decir 4mm
3º con una llave de
5mm, generalmente, aflojaremos el tornillo de la araña de la dirección,
el de la parte superior. De esta manera podremos retirar la potencia.
Si os fijais, hay como unas arandelas pero grandes, que van bajo de la potencia. Son los espaciadores, los podemos colocar tanto arriba como abajo de la potencia, regulando la altura de esta; así modificaremos también la postura en gran mayoría y la tendremos a nuestro gusto y comodidad.
Finalmente para montar la nueva potencia, realizaremos los mismos pasos pero a la inversa, poniendo la potencia recta de acuerdo con la rueda, y ajustando el manillar en inclinación. De esta manera tendremos una postura cómoda y a nuestro gusto sobre la bicicleta.
fuente: La comunidad del ciclismo
jueves, 7 de marzo de 2013
Reparaciones de emergencia
Ya sea por olvido de la herramienta adecuada o por imposibilidad de
encontrar un taller, ahí van unos cuantos truquitos que nos pueden sacar
de un apuro.
Rotura de cadena
En viajes largos es una posibilidad que hay que prever. Para reparar la cadena necesitaremos un troncha-cadenas, pequeña herramienta que apenas pesa, y un par de eslabones de repuesto (que han de ser exactamente del mismo modelo que el de nuestra cadena).
Primero eliminaremos el o los eslabones afectados. Para ello se fija la cadena en un hueco que hay en el troncha a tal efecto, a la altura de los eslabones a separar. El puntero de la herramienta estará aflojado. Siempre actuaremos sobre el eslabón exterior más próximo a la rotura (los eslabones normalmente se eliminan o sustituyen por pares eslabón exterior-eslabón interior). En cualquier caso se trata de dejar la cadena con un extremo con eslabón exterior y otro con eslabón interior, para intercalar ahí nuestro par de repuesto. Empezamos a apretar el puntero-tornillo con cuidado de que coincida exactamente con el pasador que pretendemos sacar. Cuando empiece a empujar el pasador notaremos la presión e iremos atornillando suavemente. Lo fundamental es que el pasador no salga del todo y quede metido en la placa exterior del lado hacia donde es expulsado. Si se nos sale será imposible volverlo a meter y habremos perdido un par de eslabones más. Remplazamos el par de eslabones dañados por el de repuesto usando de nuevo el troncha-cadenas, esta vez para unir el eslabón interior de este par con el eslabón exterior que hemos dejado libre en la cadena. Se hacen coincidir ambos eslabones en su posición lógica y se empuja el pasador con el puntero del troncha poco a poco hasta que una los eslabones. Con nuestro par de repuesto unido a la cadena repetimos la operación en su otro extremo para cerrarla.

Si no tenemos eslabones de repuesto no pasa nada. Eliminamos y empalmamos la cadena perdiendo un par de eslabones. Esto significa que no podremos usar relaciones plato-piñón que tensen mucho la cadena. Por cierto, esta es la razón por la que debemos montar la cadena con un par de eslabones de más antes que demasiado justa cuando la cambiemos.
También existen eslabones de cierre rápido manual. Para usarlos sólo tenemos que dejar los dos extremos de la cadena con eslabón interior y empalmarla con uno de estos eslabones, que son exteriores. La verdad es que son bien prácticos.

Finalmente, si no tenemos trocha-cadenas, podemos jugárnosla con un
clavo de un diámetro un pelín inferior al del pasador, una piedra que
usaremos de martillo, y un buen soporte donde apoyar sólidamente el
eslabón a tronchar y que permita a su vez salir el pasador por el lado
opuesto. Me ahorro explicar este salvaje método que creo que todo el
mundo va a entender, y que por cierto no conozco a nadie que lo halla
probado.
En todos los casos, hay que tener mucho cuidado de no olvidar pasar la cadena antes de cerrarla por el interior del triángulo trasero del cuadro y las roldanas del desviador si en algún momento la hemos sacado, un error tonto que puede ocurrir fácilmente. Además, una vez cerrada, hará faltar hacer algunos movimientos suaves de torsión en la parte reparada, hasta que los pasadores se ajusten bien, pues de lo contrario habrá un punto de rigidez a ese nivel que saltará en los piñones.
Rotura de desviador
En caso de rotura del desviador trasero tendremos que desmontarlo e ir a piñón fijo, cual fixero cicloturista. Dependiendo del terreno elegiremos la combinación plato/piñón más polivalente, teniendo en cuenta que es mejor dar pedales de más e ir despacio, que fijar un gran desarrollo y tener que dar pedales de pie a menudo, lo que no es nada recomendable con alforjas. En un terreno normalito, sin grandes desniveles, pienso que el plato mediano (normalmente un 32 ó 34) con un piñón intermedio (18 ó 20 depende del cassette) es un buen compromiso. El caso es que hay que elegir una combinación, porque una vez tomada la decisión tendremos probablemente que acortar la cadena en consecuencia, ya que no disponemos del tensor de cadena del desviador, como podéis ver en la imagen. Si el desviador no funciona pero no impide la transmisión (por ejemplo si se rompe el muelle interno del cuerpo o el cable y no tenemos de repuesto), podemos intentar buscar un sistema para dejarlo bloqueado en el piñón elegido y no necesitaríamos acortar la cadena, y hasta podríamos jugar con el cambio de los tres platos.

Si se rompe el desviador delantero es menos grave. Lo desmontamos y
dejamos la cadena en el plato intermedio. No tendremos que acortarla
pues seguimos teniendo el desviador trasero que actúa de tensor y además
podemos usar todos los piñones excepto los de los extremos, aunque
crucemos un poquito la cadena.
Arreglar pinchazos sin parches
Si por la razón que sea no tenemos parches ni cámara de repuesto, o tenemos un reventón y el agujero en la cámara es demasiado grande para un parche, que no cunda el pánico. Aquí os propongo dos reparaciones de emergencia que nos permitirán llegar al pueblo más cercano (ojo, no las he probado)
La primera consiste en hacer un nudo en la cámara a nivel del pinchazo.
He visto otra versión de este método que consiste en cortarla por donde
está el pinchazo y luego empalmarla con un nudo. Supongo será para que
el nudo sea menos aparatoso. En cualquier caso, se monta de esta guisa,
se hincha, y a rodar después de rezar un padrenuestro para que la cosa
aguante.
El
segundo caso, para una cámara realmente inutilizada, es más pintoresco
aún. Consiste en montar el neumático rellenando el interior con hierba o
paja bien apretada. Sí, habéis leído bien, consiste en sustituir el
aire por hierba.
En ambos casos, si la rueda afectada es la trasera, es fundamental poner la cámara sana de la rueda delantera en la trasera, y hacer la chapuza en la rueda delantera, que soporta mucho menos peso.
También he leído que con pegamento tipo superglue se puede reparar un pinchazo perfectamente, pero claro, si llevas pegamento superglue probablemente llevarás parches.
Ruedas anti-pinchazos
A falta de presupuesto para unos neumáticos anti-pinchazos de gama alta, podemos cortar con un cuter una vieja cámara todo a lo largo por el interior, extirpar la válvula y alojar la cámara que vamos a montar en el interior de esta especie de funda. Montaremos esta cámara doble con cuidado para que todo quede en su sitio. Tendremos un neumático algo más pesado pero también más resistente a pinchazos.
Desgarro en neumático
Un desgarro pequeño y limpio se puede coser, según tengo entendido (por cierto, yo siempre uso la seda dental para coser material, es muy resistente e imputrescible).
Si hay erosión y la cámara queda al exterior, lo que provocaría una hernia, hay que tirar de chapuza. La más típica es desmontar el neumático e interponer entre el interior de este y la cámara a nivel del desgarro una tira de cartón de tetrabrik, recortándola con un generoso margen. También sirve un trozo de envoltorio de aluminio tipo bolsa de patatas o chocolatina, que es más resistente de lo que parece. Lo que puede no ir bien es un trozo de cámara vieja, pues también podría herniarse.
En
caso de desgarro extremo tenemos un último recurso: cortar una cámara
de repuesto y vendar fuertemente y con amplio margen la zona afectada.
El nudo de esta venda de goma debe quedar lógicamente hacia el interior
de la llanta. Por supuesto, si llevamos frenos V-Brake
tenemos que olvidarnos de ellos (de los de la rueda afectada solamente
claro): dejamos las levas abiertas y bloqueadas lo más separadas posible
de la llanta o las desmontamos.
Rotura de radios
No llevamos radios de repuesto (suspenso de nuevo) y se nos rompe uno. Sacamos el extremo que queda roscado a la llanta desenrroscándolo y el otro, si no lo podemos sacar (por ejemplo los de la rueda trasera del lado del cassette), lo “enrrollamos” a su radio vecino o lo cogemos a este con cinta aislante o esparadrapo.
Por ahí he leído que se puede reparar un radio roto por el extremo del lado acodado (se suelen romper por los extremos) de la siguiente manera: se saca el trozo del lado del codo (el que va al buje), se dobla haciendo un ganchito el extremo del segmento que queda (el del lado de la tuerca que va a la llanta), y unimos este ganchito con el agujerito del buje que ha quedado libre con un alambre o una liga de plástico. El principal problema que veo es que no creo que se pueda doblar el extremo de un radio 180° para formar un gancho sin riesgo de rotura.
Transportín
Esta idea es de mi cosecha, así que, al menos que yo sepa, no está comprobada. Necesitamos llevar el kit McGyver (que jamás debemos olvidar, ver más abajo). A falta de poder soldarlo, pienso que se puede entablillar mediante 3 ó 4 radios (que debemos llevar de repuesto) o alguna varilla de metal que encontremos al borde de la carretera. Los ponemos a lo largo de la varilla rota, los sujetamos con un poco de cinta aislante, simplemente para sostenerlos, y vendamos el conjunto fuertemente con una espiral de alambre (pienso que sería suficiente con unos tres centímetros a nivel de la rotura). Por último, añadimos un vendaje extra de cinta americana. Unas ligas de plástico también podrían reforzar el conjunto. Si tenemos abrazaderas de fontanero nos olvidamos del alambre y encima lo bordamos. No sé hasta que punto este entablillado podría aguantar el peso de unas alforjas, pero nada se pierde por probar. Si llevamos dos transportines (trasero y delantero), aligeramos el transportín roto a costa del otro todo lo posible.
Otra situación chunga es que se nos rompa el tornillo inferior que fija el transportín a la patilla del cuadro, porque no podremos sacar la parte del tornillo que ha quedado en la rosca de este. Para prevenir esto he aquí un truquito: sustituir estos tornillos allen por otros de cabeza hexagonal y roscarlos con la cabeza del lado de la rueda. Del lado del transportín los apretamos con una tuerca. Así, en caso de rotura, siempre podrá sacarse (si no nos hemos olvidado la llave apropiada claro)
Rotura pedalier
Por último, supongamos una situación rara pero chunga total: casca el pedalier o una biela (lo de la biela lo he visto personalmente, aunque parezca increíble). O casca algo que nos impide dar pedales. Antes que tirar empujando la bici, os propongo emular a Karl Drais, el inventor de la draisienne, que es el antepasado de nuestra querida bicicleta. Bajamos el sillín a la altura adecuada, quitamos los pedales para que no estorben y hacemos como el tipo de la imagen.

Si os parece ridículo pensad que Karl Drais batió el primer récord el 12 de junio de 1817 con su máquina recorriendo 14,4 km en una hora. Además, si nos pilla bajando un puerto, no tendremos ni que “patear”.
Kit McGyver
Se os puede olvidar todo, pero nunca el kit McGyver. El mío se compone de:
fuente: no sin mi bici
Rotura de cadena
En viajes largos es una posibilidad que hay que prever. Para reparar la cadena necesitaremos un troncha-cadenas, pequeña herramienta que apenas pesa, y un par de eslabones de repuesto (que han de ser exactamente del mismo modelo que el de nuestra cadena).
Primero eliminaremos el o los eslabones afectados. Para ello se fija la cadena en un hueco que hay en el troncha a tal efecto, a la altura de los eslabones a separar. El puntero de la herramienta estará aflojado. Siempre actuaremos sobre el eslabón exterior más próximo a la rotura (los eslabones normalmente se eliminan o sustituyen por pares eslabón exterior-eslabón interior). En cualquier caso se trata de dejar la cadena con un extremo con eslabón exterior y otro con eslabón interior, para intercalar ahí nuestro par de repuesto. Empezamos a apretar el puntero-tornillo con cuidado de que coincida exactamente con el pasador que pretendemos sacar. Cuando empiece a empujar el pasador notaremos la presión e iremos atornillando suavemente. Lo fundamental es que el pasador no salga del todo y quede metido en la placa exterior del lado hacia donde es expulsado. Si se nos sale será imposible volverlo a meter y habremos perdido un par de eslabones más. Remplazamos el par de eslabones dañados por el de repuesto usando de nuevo el troncha-cadenas, esta vez para unir el eslabón interior de este par con el eslabón exterior que hemos dejado libre en la cadena. Se hacen coincidir ambos eslabones en su posición lógica y se empuja el pasador con el puntero del troncha poco a poco hasta que una los eslabones. Con nuestro par de repuesto unido a la cadena repetimos la operación en su otro extremo para cerrarla.
Si no tenemos eslabones de repuesto no pasa nada. Eliminamos y empalmamos la cadena perdiendo un par de eslabones. Esto significa que no podremos usar relaciones plato-piñón que tensen mucho la cadena. Por cierto, esta es la razón por la que debemos montar la cadena con un par de eslabones de más antes que demasiado justa cuando la cambiemos.
También existen eslabones de cierre rápido manual. Para usarlos sólo tenemos que dejar los dos extremos de la cadena con eslabón interior y empalmarla con uno de estos eslabones, que son exteriores. La verdad es que son bien prácticos.
Eslabón de cierre rápido
En todos los casos, hay que tener mucho cuidado de no olvidar pasar la cadena antes de cerrarla por el interior del triángulo trasero del cuadro y las roldanas del desviador si en algún momento la hemos sacado, un error tonto que puede ocurrir fácilmente. Además, una vez cerrada, hará faltar hacer algunos movimientos suaves de torsión en la parte reparada, hasta que los pasadores se ajusten bien, pues de lo contrario habrá un punto de rigidez a ese nivel que saltará en los piñones.
Rotura de desviador
En caso de rotura del desviador trasero tendremos que desmontarlo e ir a piñón fijo, cual fixero cicloturista. Dependiendo del terreno elegiremos la combinación plato/piñón más polivalente, teniendo en cuenta que es mejor dar pedales de más e ir despacio, que fijar un gran desarrollo y tener que dar pedales de pie a menudo, lo que no es nada recomendable con alforjas. En un terreno normalito, sin grandes desniveles, pienso que el plato mediano (normalmente un 32 ó 34) con un piñón intermedio (18 ó 20 depende del cassette) es un buen compromiso. El caso es que hay que elegir una combinación, porque una vez tomada la decisión tendremos probablemente que acortar la cadena en consecuencia, ya que no disponemos del tensor de cadena del desviador, como podéis ver en la imagen. Si el desviador no funciona pero no impide la transmisión (por ejemplo si se rompe el muelle interno del cuerpo o el cable y no tenemos de repuesto), podemos intentar buscar un sistema para dejarlo bloqueado en el piñón elegido y no necesitaríamos acortar la cadena, y hasta podríamos jugar con el cambio de los tres platos.
Acortando la cadena (fuente: bike Boo Boos)
Arreglar pinchazos sin parches
Si por la razón que sea no tenemos parches ni cámara de repuesto, o tenemos un reventón y el agujero en la cámara es demasiado grande para un parche, que no cunda el pánico. Aquí os propongo dos reparaciones de emergencia que nos permitirán llegar al pueblo más cercano (ojo, no las he probado)
En ambos casos, si la rueda afectada es la trasera, es fundamental poner la cámara sana de la rueda delantera en la trasera, y hacer la chapuza en la rueda delantera, que soporta mucho menos peso.
También he leído que con pegamento tipo superglue se puede reparar un pinchazo perfectamente, pero claro, si llevas pegamento superglue probablemente llevarás parches.
Ruedas anti-pinchazos
A falta de presupuesto para unos neumáticos anti-pinchazos de gama alta, podemos cortar con un cuter una vieja cámara todo a lo largo por el interior, extirpar la válvula y alojar la cámara que vamos a montar en el interior de esta especie de funda. Montaremos esta cámara doble con cuidado para que todo quede en su sitio. Tendremos un neumático algo más pesado pero también más resistente a pinchazos.
Desgarro en neumático
Un desgarro pequeño y limpio se puede coser, según tengo entendido (por cierto, yo siempre uso la seda dental para coser material, es muy resistente e imputrescible).
Si hay erosión y la cámara queda al exterior, lo que provocaría una hernia, hay que tirar de chapuza. La más típica es desmontar el neumático e interponer entre el interior de este y la cámara a nivel del desgarro una tira de cartón de tetrabrik, recortándola con un generoso margen. También sirve un trozo de envoltorio de aluminio tipo bolsa de patatas o chocolatina, que es más resistente de lo que parece. Lo que puede no ir bien es un trozo de cámara vieja, pues también podría herniarse.
Rotura de radios
No llevamos radios de repuesto (suspenso de nuevo) y se nos rompe uno. Sacamos el extremo que queda roscado a la llanta desenrroscándolo y el otro, si no lo podemos sacar (por ejemplo los de la rueda trasera del lado del cassette), lo “enrrollamos” a su radio vecino o lo cogemos a este con cinta aislante o esparadrapo.
Por ahí he leído que se puede reparar un radio roto por el extremo del lado acodado (se suelen romper por los extremos) de la siguiente manera: se saca el trozo del lado del codo (el que va al buje), se dobla haciendo un ganchito el extremo del segmento que queda (el del lado de la tuerca que va a la llanta), y unimos este ganchito con el agujerito del buje que ha quedado libre con un alambre o una liga de plástico. El principal problema que veo es que no creo que se pueda doblar el extremo de un radio 180° para formar un gancho sin riesgo de rotura.
Transportín
Esta idea es de mi cosecha, así que, al menos que yo sepa, no está comprobada. Necesitamos llevar el kit McGyver (que jamás debemos olvidar, ver más abajo). A falta de poder soldarlo, pienso que se puede entablillar mediante 3 ó 4 radios (que debemos llevar de repuesto) o alguna varilla de metal que encontremos al borde de la carretera. Los ponemos a lo largo de la varilla rota, los sujetamos con un poco de cinta aislante, simplemente para sostenerlos, y vendamos el conjunto fuertemente con una espiral de alambre (pienso que sería suficiente con unos tres centímetros a nivel de la rotura). Por último, añadimos un vendaje extra de cinta americana. Unas ligas de plástico también podrían reforzar el conjunto. Si tenemos abrazaderas de fontanero nos olvidamos del alambre y encima lo bordamos. No sé hasta que punto este entablillado podría aguantar el peso de unas alforjas, pero nada se pierde por probar. Si llevamos dos transportines (trasero y delantero), aligeramos el transportín roto a costa del otro todo lo posible.
Otra situación chunga es que se nos rompa el tornillo inferior que fija el transportín a la patilla del cuadro, porque no podremos sacar la parte del tornillo que ha quedado en la rosca de este. Para prevenir esto he aquí un truquito: sustituir estos tornillos allen por otros de cabeza hexagonal y roscarlos con la cabeza del lado de la rueda. Del lado del transportín los apretamos con una tuerca. Así, en caso de rotura, siempre podrá sacarse (si no nos hemos olvidado la llave apropiada claro)
Rotura pedalier
Por último, supongamos una situación rara pero chunga total: casca el pedalier o una biela (lo de la biela lo he visto personalmente, aunque parezca increíble). O casca algo que nos impide dar pedales. Antes que tirar empujando la bici, os propongo emular a Karl Drais, el inventor de la draisienne, que es el antepasado de nuestra querida bicicleta. Bajamos el sillín a la altura adecuada, quitamos los pedales para que no estorben y hacemos como el tipo de la imagen.
Si os parece ridículo pensad que Karl Drais batió el primer récord el 12 de junio de 1817 con su máquina recorriendo 14,4 km en una hora. Además, si nos pilla bajando un puerto, no tendremos ni que “patear”.
Kit McGyver
Se os puede olvidar todo, pero nunca el kit McGyver. El mío se compone de:
- cinta americana (es una cinta ancha de tela engomada super resistente),
- alambre,
- cinchas de plástico de varios tamaños, del tipo de las que usa la policía para ahorrarse las esposas,
- plaquitas de acero perforadas rectas, en angulo y en angulo perpendicular, de varios tamaños,
- un par de abrazaderas de metal tipo fontanero,
- un tubito de pegamento tipo superglue en gel (más práctico).
fuente: no sin mi bici
domingo, 3 de marzo de 2013
Limpieza, lubricación y engrase de la bicicleta
El material que vamos a necesitar es el siguiente:
- cubo (y si disponemos de una manguera mejor que mejor)
- líquido lavavajillas (biodegradable si es posible)
- esponja
- cepillo grande y cepillo específico para bici (en su defecto un cepillo de dientes)
- trapo
- desengrasante (opcional)
- aceite específico para bicicleta
Hay gente que lava la bici con una manguera de lavado a presión de coches. Es una verdadera tentación (¿quién no lo ha hecho?) pero absolutamente desaconsejable. Y sobre todo, jamás hay que proyectar directamente el chorro a presión (ni siquiera con una manguera normal) sobre los bujes o el pedalier. Por muy estancos que sean les puede entrar agua, algo nefasto para los rodamientos.
Dicho esto, veamos por etapas como proceder al LAVADO.
- Lo primero será dar un remojón general a la bici con el cubo lleno de agua (sin detergente) y la esponja. Si tenemos una manguera podemos darle una ducha en plan aspersor e insisto, con cuidado de no apuntar a los bujes ni al pedalier.
- Si la bici tiene barro en los bajos y la transmisión lo eliminamos a golpe de cepillo y agua. La parte dentada de plástico del cepillo para bicis sirve para eliminar el barro entre los piñones.
Cepillos específicos para limpiar la bicicleta
- Una vez eliminado lo gordo pasamos al lavado propiamente dicho, esta vez llenando el cubo con agua jabonosa (cualquier lavavajillas va bien) y caliente si es posible. Para el cuadro, la horquilla, el manillar y el sillín será suficiente la esponja (atención a los sillines de cuero o los que no se puedan lavar directamente). Después atacaremos con el cepillo para eliminar todo resto de suciedad y grasa, especialmente en la transmisión (piñones, platos, desviadores, cadena, pedales y bielas) y las levas de los frenos (V Brake). Con el cepillo para bicis limpiaremos los rincones más inaccesibles. También limpiaremos las ruedas (llanta y neumático por si hubiera esquirlas que pudieran causar un pinchazo). El objetivo final es desengrasar las partes de la bici que están lubrificadas ya que posteriormente engrasaremos sobre limpio (ni que decir tiene que NUNCA hay que engrasar una transmisión sin limpiar y desengrasar previamente: sólo conseguiremos que se forme una pasta grasosa de suciedad muy perjudicial para el buen funcionamiento de la bici).
- Si tenemos desengrasante en spray especial para bicis podemos usarlo para un acabado impecable, pero con paciencia podemos conseguir el mismo resultado con agua jabonosa y de forma más ecológica. Pero ojo, nunca rociaremos desengrasante sobre los bujes o el pedalier.
- Un componente que merece especial cuidado es la cadena. La limpiaremos con el agua jabonosa y el cepillo de bici, parte plana. Después, con la rueda trasera en el aire (hay que buscarse la vida si no tenemos caballete), giramos los pedales y la secamos con el trapo entre los dedos. Podremos ver como aún queda grasa que va pasando al trapo. Hacemos esto usando diferentes partes del trapo para terminar de limpiarla lo mejor posible.
- Después, aclaramos con la manguera en plan aspersor o con el cubo de agua y la esponja.
- Y para terminar, secado con un trapo limpio.
- Cadena. Mientras giramos los pedales ponemos unas gotitas de aceite a lo largo de toda la cadena, en su parte interior y en el tramo que queda en la parte baja. Si lo hacemos en la parte exterior del tramo de cadena que queda arriba, la fuerza centrifuga provocada al girar los pedales hace que el aceite penetre peor en los eslabones de la cadena. Cuando la cadena esté bien lubricada seguimos girando los pedales y cambiamos a todos los piñones y platos para que estos se lubriquen a su vez con el propio aceite de la cadena. No hay poner mucho aceite, unas gotitas a lo largo de todo el tramo de cadena bastarán.
- Desviadores. Echamos una gota (literalmente una gota) de aceite en cada extremo del eje de giro de los paralelogramos y de los ejes principales del cuerpo y de cada roldana del desviador trasero. A continuación los movemos con la mano para que el aceite penetre bien. De nuevo damos unas vueltecitas de pedal pasando por todos los piñones y platos.
- Frenos. Ponemos una gota en el eje de giro de cada leva de freno y accionamos sucesivas veces las manetas para que penetre.
- Cables de desviadores y frenos. Desencajamos los tramos de camisa de los cables para acceder a ellos. Los limpiamos con un trapo (si están oxidados habrá que cambiarlos) y les echamos una gotita de aceite (o grasa) que extenderemos con los dedos a lo largo del mismo. Esto hace que el cable corra bien dentro de la camisa y no haya problemas de imprecisión en el cambio o en la frenada.
- Ejes de giro del sistema de blocaje en pedales automáticos.
Aceites para bicicleta. En spray y en bote (de aplicación más precisa)
- Limpieza y engrase de la tija del sillín. La desmontamos, la limpiamos eliminando la grasa vieja tanto de la tija como de la parte interior del tubo del cuadro donde se aloja, la engrasamos y la volvemos a montar (antes de sacarla marcar el nivel al que está fijada para volver a montarla en su posición exacta). Esta operación es importante porque evita que pueda entrar agua en el interior del cuadro y además elimina posibles chirridos.
- Engrase de la tornillería. Los tornillos de la bici generalmente son de acero y se pueden oxidar con el paso del tiempo. Es conveniente poner una gotita de grasa en la parte de la base de la cabeza del tornillo, especialmente en los de la tija del sillín y la potencia (Ahead).
- Si nuestra bici tiene potencia clásica de rosca, hay que desmontar, limpiar, desengrasar y volver a engrasar sus componentes: la tija, la pipa, el tornillo y la tuerca.
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